Eduardo Andere M.*
La Ley general de educación dice en su artículo 90 que “Las maestras y los maestros son agentes fundamentales del proceso educativo (…). La RAE sostiene que fundamental es lo principal en algo y, esencial, es lo principal o sustancial. Por tanto, los maestros son esenciales en el proceso educativo, sin ellos, la educación se trunca. De manera análoga podríamos decir que los trabajadores de salud y los uniformados son también esenciales y necesarios. Como necesarios son también los trabajadores en el sector alimentario.
Un debate en el mundo, conspicuamente en Estados Unidos, es si los maestros deben regresar a clases o no. Los gobiernos en el mundo están presionando para que los maestros regresen a clases de manera presencial o híbrida. El nuevo gobierno de Joe Biden ha establecido dicho objetivo para sus primeros 100 días. En Europa la respuesta ha sido mixta, pero varios países, incluyendo los más poblados, regresaron a clases desde el otoño y han hecho interrupciones periódicas o selectivas según las circunstancias en los niveles de contagio local de la pandemia.
En Estados Unidos los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) se han pronunciado de diversas maneras, para el regreso a clases. Quienes más se oponen son los maestros y, sobre todo, los sindicatos que los representan. Los expertos de la CDC publicaron en la revista científica JAMA el 26 de enero de 2021, que “los datos acumulados ahora sugieren un camino para mantener y regresar a clases presenciales ya sea de manera total o principal”. Los autores del artículo sostienen que “como muchas escuelas han reabierto para recibir instrucción en persona en algunas partes de los EEUU, así como a nivel internacional [existe] poca evidencia de que las escuelas hayan contribuido de manera significativa a aumentar la transmisión comunitaria.”
Por otra parte, y con justa razón, tanto maestros como expertos sostienen que primero deben asegurarse condiciones de salud e higiene para los maestros en las escuelas.
El gobierno de Biden, al igual que el de Trump, han respondido de manera enfática para la reapertura de escuelas. Pero los mecanismos de ambos han sido diferentes. Mientras que Trump amenazó con eliminar fondos federales a las escuelas que no abrieran, Biden ofrece reembolsar los fondos gastados en salud e higiene para las que regresen, además, de que los maestros han sido colocados, en muchos estados y distritos escolares en un nivel prioritario para la vacunación, por encima de la población con comorbilidad o edad avanzada.
En México las escuelas siguen cerradas y lo más probable es que así permanezcan durante el primer semestre del año y quizá todo 2021. Como la decisión de apertura de escuelas, así como las decisiones de vacunación han sido centralizadas, o sujetas a centralización, ya sea por el semáforo epidemiológico o por la política de aplicación de vacunas (versión 4.0 del 11 de enero de 2021), será difícil un retorno paulatino y controlado.
Según el documento que contiene dicha política el orden de prelación para la aplicación de la vacuna es: 1. Personal sanitario (1 millón). 2. Personas adultas mayores (14,460,754); primero en municipios más lejanos, luego residentes de municipios no ciudad capital y, al final, municipios en ciudades capitales. 3: Personas con comorbilidad (sin número estimado). 4. Personal docente en semáforo verde (sin número estimado). Al 4 de febrero de 2021, y estimado por el gobierno, ninguna entidad estará en semáforo verde del 1 al 14 de febrero (https://coronavirus.gob.mx/semaforo/). 5. Resto de la población mayor a 16 años. La población en prioridad 1 se vacunaría de diciembre de 2020 a enero de 2021; la de prioridad 2 entre febrero y abril de 2021; la de prioridades 3, 4 (maestros) y 5 a partir de abril, y de acuerdo con disponibilidad de vacunas.
Además, el documento dice que: “Ninguna vacuna será aplicada a personas menores de 16 años, hasta que se cuente con la suficiente evidencia de seguridad (…).” Dos preguntas: ¿Qué pasa con la población de 16 años? ¿Por qué empezar a vacunar a las personas menos vulnerables (en municipios alejados y rurales) cuando los mayores brotes de contagios están en las grandes urbes concentradoras de población? Si es por la pobreza, la medida terminará siendo perversa.
De cualquier manera, la prelación en la aplicación de la vacuna se ha roto por dos razones: una, la escasez de vacunas (Proceso) y, otra, la vacunación de personal docente y servicios educativos en Campeche cuando estaba en semáforo verde, habiendo Campeche retrocedido ya para los primeros días de febrero a semáforo amarillo. “De todas formas Juan te llamas”
Para regar sobre mojado, existen severos retrasos en la vacunación de la población mundial sobre todo la destinada a países en vías de desarrollo y, peor aún, para los países más pobres. Para México se pronostica que la vacunación masiva se completará para finales de 2022 (EIU).
Al final del día la población estudiantil de México se quedará sin vacunas y sin educación. Existe un tsunami de evidencia de que la falta de educación, sobre todo la presencial, causará severos daños, quizá irreversibles, a los niños y jóvenes, tanto visibles, como rezago en aprendizajes, como invisibles, salud mental y emocional.
Urge vacunar a los maestros y personal educativo; urge regresar a clases presenciales, urge considerar a los maestros esencialísimos para el presente y futuro de la nación. No hay mejores servidores de la patria que los maestros.
* Una versión resumida de este artículo se publicó por el rotativo Reforma el 4 de febrero de 2021.
Proceso. (2021). No llegan vacunas… y López Obrador le pide ayuda a Biden. (Enero). https://www.proceso.com.mx/reportajes/2021/1/30/no-llegan-vacunas-lopez-obrador-le-pide-ayuda-biden-257326.html (Consultado el 31 de enero de 2021).
The Economist Intelligence Unit. (2021). Coronavirus vaccines: expect delays. Q1 global forecast 2021. (Enero 26). https://www.eiu.com/n/campaigns/q1-global-forecast-2021/ (Consultado el 31 de enero de 2021).