Conocer la cobertura educativa en el país y su avance en los últimos años, no brinda información suficiente sobre la calidad de la educación, asegura Teresa Bracho González, consejera presidenta de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).
En su artículo Índice del déficit en competencias. ¿Avanzamos hacia la garantía del derecho a la educación?, publicado en la revista Reformas y Políticas Educativas, del Fondo de Cultura Económica, Bracho González puntualiza que es socialmente necesario contar con mecanismos confiables de monitoreo de la calidad de la educación, más allá de los avances en cobertura y el consecuente aumento en los años promedio de escolaridad.
En la publicación, toma como ejemplo los resultados nacionales de la prueba del Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (Planea), aplicada en México en el nivel de educación media superior en el ciclo 2016-2017, donde 33.9% de los evaluados en Lenguaje y Comunicación y 66.2% en Matemáticas, tiene un dominio insuficiente de los aprendizajes clave incluidos en el currículo.
Estos datos, explica, son evidencia de bajos resultados, pero no se conoce específicamente cuáles son las carencias ni la intensidad de éstas en los alumnos que no cuentan con los aprendizajes básicos.
Por ello, Bracho González propone la implementación de un indicador que permita conocer la situación de carencia global de competencias o de aprendizajes clave, al integrar la proporción de evaluados que se encuentran debajo de la norma con la brecha que los separa del estándar normativo.
Con dicho indicador se generarían evidencias que indiquen la medida en que el esfuerzo y los recursos que el Estado y la sociedad mexicana invierten en sus sistemas educativos están garantizando el derecho a la educación de calidad para todos, a partir de la obtención de resultados sustantivos.