En el Zócalo, el corazón de la Ciudad de México, nació la comuna magisterial.
Su forma de organización permite a los profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación tener todos los servicios sin pagar un centavo, emprender actividades económicas propias y hasta desarrollar formas de recreación.
A las 06:25 de la mañana suena el tono de despertador de un celular en el campamento D-1-208. Uno de los pocos maestros que madruga se limpia los ojos y, entre bostezos, estira los brazos y se acerca a una cubeta de agua para lavarse la cara y cepillarse los dientes.
Intenta, con poco éxito, levantar a sus compañeros.
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